«Oslo es la adaptación cinematográfica de la obra de teatro homónima, basada en hechos reales. Hechos que confirman que la realidad siempre supera a la ficción: una pareja de noruegos que quiere conseguir la paz entre israelíes y palestinos. ¡Ahí es nada!

Tuve que poner en orden mis recuerdos sobre el proceso de paz árabe-israelí de la década de 1990, porque en la memoria colectiva solo está presente aquella famosa fotografía de Clinton, Arafat y Rabin en septiembre de 1993. Pero aquel célebre –y celebrado– apretón de manos fue posible gracias a los acuerdos alcanzados en un canal de negociación secreto creado por esa pareja de diplomáticos noruegos y cuyos detalles narra esta película.

Y en mayo de 2021, mientras yo me documentaba y empezaba a traducir, estalló de nuevo la violencia en Gaza con una intensidad no vista en muchos años. Las noticias diarias solo hablaban de muerte y destrucción. Precisamente lo que los personajes de la película querían evitar hace treinta años.

Entonces entendí la inmensa humanidad de esos personajes, y me di cuenta de que la traducción debía respetar el espíritu teatral del original, no encasillar a los personajes en su origen o su cargo y marcar la evolución de cada uno. Aunque gritan y dan puñetazos en la mesa, también hablan sobre sí mismos, ríen y se emocionan con lo que cuentan los de enfrente.

Son enemigos irreconciliables que se han deshumanizado entre sí. La labor de los noruegos consiste en que se vean como personas con sentimientos y capaces de dialogar.

Producida por Spielberg, pero sin los artificios de Hollywood, el peso de la película está en sus diálogos, que tienen esa contundencia del lenguaje teatral de la obra original.

Traduje con un nudo en la garganta y me entristeció comprobar lo cerca que estuvieron entonces y lo lejos que están tres décadas después».

Elena Jiménez Moreno (traducción)

«Cuando te enfrentas a un guion para doblaje de un tema tan polémico y delicado como el que trata la película Oslo, que además está basado en hechos reales y que tiene una dimensión histórica muy importante, siempre supone un reto. A la hora de adaptar los diálogos, hay que hacer un análisis muy importante de aquellas palabras o frases que necesitas modificar y reescribir, porque cualquier pequeña inexactitud puede desviarte del mensaje principal, y se desvirtuaría el contenido de la película. Por eso, en obras de estas características, es fundamental mantener una comunicación constante con la persona encargada de hacer la traducción, y elegir con mucho cuidado qué palabras son las que vas a conservar finalmente en el guion con el que luego se va a trabajar en la sala de doblaje».

Miguel Ángel Montero (adaptación)

Finalistas en la categoría Mejor traducción y adaptación para doblaje de largometraje para cine, TV, DVD o plataforma en línea

Oslo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *