Cinéfilo empedernido —cómo no, teniendo unos padres que decidieron inundar la casa de teles hasta poder presumir de tener una en cada habitación— y estudiante de Comunicaciones, Filología Hispánica y Filología Inglesa, estaba claro que tenía que buscarse la vida para combinarlo todo.
De modo que empezó (humildemente) su andadura en el mundo de la traducción audiovisual hace casi 35 años durante el boom de los videoclubs, traduciendo películas porno y karatecas. Por suerte, por su insistencia en el trabajo bien hecho y ya por méritos propios, el gran Albert Trifol (D.E.P.) y la grandísima María Fuertes vieron en él un futuro que le llevaría a traducir obras cumbre como Pulp Fiction, Cadena Perpetua, Matrix, Million Dollar Baby o Ray, y series que han marcado época como Friends, Lois & Clark, Ley y Orden, Reglas de Compromiso o The Killing.
Debido a sus inquietudes literarias y existenciales, decidió traducir una serie de libros para la editorial Kairós de autores como Alan Watts (Las dos manos de dios); Gopi Krishna (Kundalini: El yoga de la energía); Robert A. Johnson (Éxtasis: Psicología del gozo); o la obra coral de J. Lovelock, C. Sagan, Dalai Lama, Madre Teresa y R. Paniker (Simposium sobre la tierra).
Más adelante, y gracias a su afán de aprender y poder comunicarse perfectamente en la lengua de la comunidad autónoma dónde se había instalado a vivir, tuvo la ocasión de traducir La guía de conversación inglés-catalán-español y El nuevo diccionario Larousse (catalán-inglés).
En la actualidad, continúa traduciendo películas y series para el doblaje; proyectos, tratamientos y guiones para Diagonal TV, Constantino Frade, Manuel Velasco y Hugo Stuven; y acaba de traducir un libro sobre los 50 años del Festival de Cine Fantástico de Sitges, certamen con el que lleva colaborando más de 20 años como traductor e intérprete.
Su trabajo en Deadpool le ha valido resultar finalista en la categoría Mejor traducción para doblaje de película estrenada en cine en los V Premios ATRAE.
Apreciados amigos: Gracias a vuestra página en Internet, he podido valorar el excelente trabajo como traductor de Darryl Clark, junto a Míriam Jardí. La causalidad me ha llevado a adquirir hoy, en Madrid, una obra en castellano, traducida por Darryl, del yogui Pundit Gopi Krishna, publicada por Kairós, edición de 1988. Un ciudadano español.