«La obra me pareció maravillosa, una película estadounidense pero con filosofía, trasfondo y dramatismo absolutamente orientales. Los personajes hablaban con un lenguaje muy rico, muy estudiado, buscando en cada momento la palabra justa para cada pensamiento. Muy oriental, como digo. Recuerdo que me apasionó, que me emocioné hasta el punto de tener que parar de vez en cuando porque se me empañaban los ojos…
En fin, que fue una gozada de encargo y que, a pesar de sus dificultades, el trabajo pasó ligero como una pluma dada la belleza de los textos y las imágenes que los acompañaban. Un verdadero placer.»
Quico Rovira-Beleta
Finalista en la categoría Mejor subtitulación de película estrenada en cine
Kubo y las dos cuerdas mágicas