Empecé en el mundo de los videojuegos allá por el año 2000. Antes de eso había hecho mis pinitos revisando juegos de rol de fantasía, de la franquicia de D&D. Y precisamente el salto a los videojuegos lo hice con ese mismo género: Icewind Dale, Baldur’s Gate, Neverwinter Nights…
En los primeros años trabajé con empresas pequeñas y posteriormente con una empresa de la talla de Electronic Arts, para la que revisé Los Sims durante varios años, además de otros juegos (parcialmente) como Dragon Age o Mass Effect.
Y entonces se me presentó la oportunidad de trabajar para una empresa ya consolidada en el mundo de los videojuegos, Synthesis Iberia, con la que he trabajado algo así como 6 años en exclusiva. Con ellos es con quien más he aprendido, porque ya no te encargabas solo de uno o dos proyectos grandes, sino que se trabajaba en mil cosas a la vez, grandes o pequeñas, y había que diversificarse.
Pero la mejor experiencia tengo que agradecérsela a los compañeros porque, a pesar de que todos trabajamos desde casa y no tenemos muchas oportunidades de vernos (yo aún hay gente a la que no conozco), tenemos una relación buenísima y conseguimos sacarnos una sonrisa (o unas carcajadas) en cualquier momento y, en este trabajo, donde tienes que estar delante de un ordenador concentrado 8 horas al día, eso vale muchísimo.
Su trabajo de revisión en Until Dawn le ha valido resultar finalista en la categoría Mejor traducción de videojuego para consola, PC, web o dispositivo móvil en los IV Premios ATRAE.