«Supe desde el minuto uno que The Grand Tour iba a ser un reto en mayúsculas, no solo a nivel de traducción, sino también a nivel de tiempo; pero creo que los retos nos ayudan a crecer como traductores además de resultar emocionantes.
Estaba un poco familiarizada con el formato porque ya había visto algún episodio del antiguo programa del trío de presentadores, Top Gear (BBC); pero era la primera vez que estaba delante de un proyecto dedicado al mundo del automovilismo. De coches, yo sabía lo básico, pero en este caso, en cada episodio, hay una gran labor de investigación de términos, ya que el cliente no nos ofrece ningún glosario. Los términos van desde piezas del coche a tipos de motor o argot de conducción. Además, hay que ir marca por marca para encontrar elementos especiales del coche traducidos al castellano. Algún ejemplo de esto son la ALA (Aerodinámica Lamborghini Attiva) o el IPAS (Sistema de Asistencia de Potencia Instantánea) del McLaren P1.
Aparte de la terminología, el programa utiliza un lenguaje muy informal y desenfadado donde expresiones como «va a toda leche» o «dale caña» son muy habituales. El humor negro inglés es la base de este programa y, como todos sabemos, puede ser escatológico, sexista e incluso inapropiado. En muchos casos, podemos trasladarlo al castellano, pero en otros, se utilizan nombres o referencias culturales que en España no tenemos y que a lo mejor no podemos trasladar con una sola palabra, por lo que se necesita una pequeña explicación o modificación. Por ejemplo, Jeremy Clarkson se mofa de las diferencias entre el inglés británico y el inglés estadounidense. Para la combinación «lever» (estadounidense) y «stick» (británico), ambos términos se traducen por la misma palabra, «palanca». Pero en este caso, se jugó con los sinónimos «palanca/vara». No se podía hablar de una «caja de cambios» ni de una «barra» porque Clarkson enseñaba un tipo de palo que, por tamaño y forma, se asemejaba más bien a una vara.
Además, existe un pique continuo entre los tres presentadores donde los tacos, los insultos o los juegos de palabras son la tónica e implican una traducción más creativa. Un ejemplo de ello lo tenemos en el insulto «Dingleberry Handpump» (mierdecilla pajero).
Cabe decir que muchas veces se tiene que hacer una selección exhaustiva de las referencias culturales o personajes famosos a los que se hacen mención. Por ejemplo, por un lado se dejan nombres como Mary Berry, presentadora del programa The Great British Bake Off (BBC) por su popularidad entre el público; o el cocinero Heston Blumenthal, por su prestigio en el mundo de la gastronomía. Sin embargo, se omite a Brian Sewell, crítico del London Evening Standard, sustituyéndolo por el genérico «crítico de arte». Asimismo, se traducen los títulos de películas o libros, se buscan las traducciones oficiales de diálogos de películas y se adaptan al contexto de la situación. Un ejemplo lo tenemos en la siguiente frase: «Pueden quitarnos nuestros carnés, pero jamás nos quitarán la libertad. ¡Libertad! ¡Libertad!» (de Braveheart). Y, a veces, se tiene que corregir el propio guion original para mantenerlo al día o porque hay algún error. Por ejemplo, una vez invitaron a Luke Evans, el actor que interpreta a Gastón en La Bella y la Bestia, y hablaron de la película como si se estuviera a punto de estrenar. Quizás en el momento en que se grabó ese capítulo sí que estaba a punto de hacerlo, pero en el momento de emisión en España, la película llevaba ya medio año estrenada. Un ejemplo de error corregido fue cuando se hablaba de la Sagrada Familia de Barcelona. En el texto original, se consideraba una catedral cuando, en realidad, es una basílica. Y así se modificó.
Como se ha dicho al principio, este proyecto es todo un reto a nivel de traducción, pero también una carrera a contrarreloj —solo trabajamos con uno o dos episodios de margen—, pues al ser una serie de la que se estrena un episodio por semana, todo el proceso de traducción, ajuste y locución es muy apresurado, algo que no es muy ideal cuando los episodios duran entre 50 y 60 minutos de diálogo non-stop, tienen las características que se han mencionado y se pisan los unos a los otros mientras hablan. Es un ritmo estresante, pero ver el resultado final siempre nos hace sonreír y sentirnos muy orgullosos.»
Olga Parera
Finalista en la categoría Mejor traducción y adaptación para voces superpuestas en cine, TV, DVD o plataforma en línea