Mientras acababa la carrera de Traducción e Interpretación en la Universitat Autònoma de Barcelona, empezó a trabajar como traductora autónoma para una productora audiovisual. Para ellos tradujo documentales para doblaje y series y películas para subtítulos. Al cabo de un año más o menos, la productora la contrató para montar un equipo de traductores autónomos especializados en subtitulación. Esto sucedía en el verano de 1998, cree recordar, y ya no ha dejado de subtitular desde entonces.
Desde agosto de 2000 se encarga del departamento de traducción y subtitulación del estudio de doblaje International Sound Studio.
Su trabajo de revisión en Moonlight le ha valido resultar finalista en la categoría de Mejor subtitulación de película estrenada en cine en los VI Premios ATRAE.