Licenciada en Traducción e Interpretación por la Universitat Jaume I y especializada en traducción audiovisual. Empezó hace 20 años traduciendo pelis porno los fines de semana, mientras cubría una baja de verano en la recepción de un estudio de doblaje muy pequeño. Como el ambiente era familiar, allí la «adoptaron» y la dejaron asistir a cientos de horas de doblaje en sala, donde aprovechó para aprender a ajustar de forma autodidacta, tomando nota de todo lo que veía y preguntando todo a todos, en plan plasta. A ella aquello le parecía la bomba. Era feliz haciendo cualquier cosa relacionada con el doblaje: imprimir guiones, ver los gráficos, escuchar a los actores cuando retocaban los ajustes… De aquella época conserva recuerdos preciosos, muchos ataques de risa con la gente de producción y grandes amigos.
Después de que aquel estudio cerrara, fue una odisea encontrar trabajo como traductora. Por suerte, ahora, lleva más de 20 años traduciendo y ajustando, y todos los proyectos le siguen apasionando por igual. Disfruta igual traduciendo una peli de sobremesa que una serie de primer nivel. Se siente una privilegiada por poder dedicarse a esto y estará eternamente agradecida a los que, en su día, le dieron una primera oportunidad (aunque fuera por pesada).
Su trabajo de traducción y adaptación en (Des)encanto le valió resultar finalista en la categoría de Mejor traducción y adaptación para doblaje de obra estrenada en TV, DVD o plataforma en línea en los VII Premios ATRAE.