Aunque es ingeniera técnica industrial, un buen día, sin avisar, la traducción llamó a su puerta, y ella, intrigada, la invitó a pasar. Bastantes años después son pareja profesional estable y, por lo general, bien avenida.
La traducción audiovisual, concretamente, procura muchas satisfacciones y no pocos desafíos a esta amante del cine. De vez en cuando tienen sus rencillas: que si toma un juego de palabras más engorroso de la cuenta, que si hazte un cursillo acelerado de terminología oceanográfica porque te toca un documental sobre ecosistemas marinos… Pero siempre llega el momento de la reconciliación, ese instante mágico en que pulsan «Enviar» y salen a la terraza a tomarse un té mientras se preguntan, con expectación y una pizca de congoja, qué nuevas aventuras y enseñanzas les deparará la próxima jornada.
Su trabajo d traducción en The Prom le valió resultar ganadora en la categoría Mejor subtitulación de largometraje para cine, TV, DVD o plataforma en línea en los IX Premios ATRAE.