Si hay un rasgo que distingue a la traducción y la adaptación audiovisual de otras especialidades es precisamente el tipo de textos con los que trabajamos y que forman un todo inseparable de la imagen para la que han sido creados. Aparte de las dificultades que pueda plantear la traslación de un texto de una lengua a otra, la adaptación de las referencias culturales, la conservación de los registros y otras peculiaridades, nuestro trabajo presenta este condicionante: el tiempo de que disponemos para reproducir esos textos es el que nos viene marcado por la obra audiovisual. Son textos para ser interpretados, locutados, subtitulados, etc., y esta es la premisa que rige nuestra labor.
En doblaje, ya desde la traducción se ofrece un texto con propuestas de adaptación que salven las diferencias culturales, procurando respetar en todo momento el sentido original de la obra audiovisual, puesto que así fue concebida por sus autores, y sin olvidar que ese texto o guión debe resultar natural en la lengua de llegada, máxime si se trata de diálogos. A continuación, el adaptador ajusta en boca la traducción y es también en quien recae la responsabilidad artística del guión adaptado, por cuanto le compete tomar decisiones sobre los problemas que este plantee. Por último, el guión adaptado es revisado por un responsable de calidad de la distribuidora.
En subtitulación, el traductor también actúa como adaptador al ajustar los subtítulos a una velocidad de lectura cómoda para el espectador sin descuidar tampoco los criterios de fidelidad al guión original y de naturalidad de los diálogos. Y como no hay dos personas iguales, si los subtítulos se encargan a un traductor distinto del de doblaje, sus traducciones no tienen por qué coincidir, ni tampoco en el caso de que se tratara de la misma persona, ya que las estrategias a adoptar son diferentes.
Otras modalidades son la audiodescripción, el subtitulado para personas con discapacidades auditivas o el rehablado, que cuentan con metodologías propias para la transmisión de contenidos audiovisuales en el área de la accesibilidad. Del mismo modo, la localización de videojuegos también utiliza metodologías específicas para acercar al usuario estos contenidos.
Desde la asociación deseamos fomentar la comunicación entre los diferentes participantes de este proceso creativo, puesto que desde el diálogo surgen sinergias que solo pueden redundar en la mejora de la calidad de nuestro trabajo.