«Ha sido el trabajo con el que más he aprendido hasta la fecha a la hora de traducir canciones. Si bien contábamos con Marc Gómez como adaptador musical, que hizo un trabajo brillante, y con el gran César Martínez, mi ajustador favorito, yo tuve que traducir las canciones como suelo hacerlo, conservando las rimas, la musicalidad, la métrica y los acentos musicales. Este trabajo se vio luego plasmado a la hora de traducir los subtítulos. Mi intención es que pudieras cantar las canciones con la traducción, así «lies just over the horizon» sería un «se adivina a lo lejos», o «In a jungle near Mumbai, there’s a little hoverfly, whose wings go at a thousand flaps a sec and that’s no lie», un «En la jungla de Bombay, un pequeño insecto hay. Mil veces por segundo aletea. ¡Qué caray!». (En los ejemplos que doy hablo de mi trabajo como traductora, pero en esta película contamos, como he dicho, con la adaptación musical de Marc Gómez.)
«¡Qué caray!», sí, además de todo lo anterior, no podía tirar de expresiones muy actuales, lo cual dificultó un pelín, pero solo un pelín más, ja ja, el trabajo. Esta forma de exigirme a mí misma decir prácticamente lo mismo que el original, conservando las rimas, los acentos musicales, la métrica, etc., hace que crezca como traductora cada vez que abordo un musical. Los musicales me hacen sufrir mucho, pero es lo que más disfruto traduciendo.»
Eva Garcés (traducción)
«Fue una suerte encargar la adaptación de la letra a Marc Gómez, nos mandó una muestra cantada por él para ver si su estilo de adaptación nos encajaba y al oírle cantar nos dimos cuenta de que teníamos la voz perfecta para doblar al personaje. Su sensibilidad y su timbre de voz encajaban a la perfección.»
César Martínez (adaptación)
«Esta película ha sido especialmente especial (empiezo bien a nivel léxico) porque no solo me pude encargar de la adaptación de las canciones, sino que me eligieron por cásting para doblarla, así que pude cantar mis propias letras. Una fusión total de sabores.
La adaptación conllevó un importante trabajo de coordinación tanto con Eva, traductora, y César, ajustador y director, como con Jesús, revisor, ya que no es frecuente que Warner Bros doble las canciones de sus musicales, y en ocasiones me vi justificando por qué a veces, al adaptar canciones, tenemos que alejarnos de la literalidad: a menudo hay que ser infieles para, justamente, ser fieles. Si ellos en original no alteran la sintaxis, mejor que no retorzamos nosotros las frases ni como Yoda hablemos para encajar la información; si ellos utilizan rimas ricas, no basta con rimar nosotros entre infinitivos o participios (no entraré en justificar mi obsesión por las rimas consonantes); si ellos hacen fluir la prosodia, conviene tener especial cuidado con nuestras palabras -más largas- y hacer coincidir los acentos léxicos con los acentos musicales (porque no es lo mismo una sábana que una sabana); ya que normalmente hay una sílaba por cada nota musical, si añadimos o sustraemos sílabas estamos alterando la melodía, y eso es ser también infiel al original; además, al cantar normalmente se vocaliza más y el dibujo melódico hace que ciertos fonemas se alarguen o se enfaticen, de modo que, en el caso del doblaje, el ajuste labial tiene que ser muy, muy preciso para no romper la magia y que parezca que cantan en nuestro idioma. Todo esto es una locura de puzle que implica que haya que alterar y modular el texto original, no traduciendo verso a verso sino yendo a la esencia de lo que se dice y lo que se ve, solo para que el espectador de llegada tenga la misma sensación que el original: que las canciones suenan naturales, fluyen, tienen rimas ricas y cuadran con la imagen. Fondo y forma se retroalimentan. Ese es el objetivo al que hemos intentado acercarnos.
Si a este sinsentido de exigencias le añadimos un mundo de pura fantasía como el de la película Wonka, con juegos léxicos, palabras inventadas y letras que llegan al corazón, tenemos la receta perfecta para nuestra tableta de chocolate particular, que será tan amarga (por las dificultades) como dulce (por la satisfacción de un gran trabajo de equipo). Una delicia de experiencia.»
Marc Gómez (adaptación de canciones)
Finalistas en la categoría Mejor traducción y adaptación para doblaje de largometraje en castellano para cine, TV, DVD o plataforma en línea