A mediados de 2005 un joven David Martínez sale de la universidad empeñado en conseguir que le paguen por traducir frikaditas varias en general y videojuegos en particular. Después de curtirse trabajando en plantilla en las oficinas de Nintendo (en Fráncfort) y Keywords (en Dublín), decide probar suerte como autónomo. Y la suerte le sonríe. Entre sus principales juegos traducidos (además, obviamente, de Baldur’s Gate 3) destacan Animal Crossing: Let’s Go to the City, Pro Evolution Soccer 2010, Divinity: Original Sin (y su segunda parte), Children of Morta, Ring of Pain, Edge of Eternity o Cassette Beasts, además del juego de mesa Darwin’s Journey. Hoy, buscado todavía por los ilícidos, sobrevive como traductor de fortuna.
Su trabajo de traducción en Baldur’s Gate III le valió para resultar ganador en la categoría de Mejor traducción de videojuego para consola, PC, web o dispositivo móvil en los XII Premios ATRAE.