Era tan joven cuando dio su primer paso en el mundo de los videojuegos, que no recuerda cuándo empezó a jugar ni cuál fue su primer juego, lo único que sí puede contarnos ahora es que es una pasión que lo acompañó durante toda la vida y siempre supo que quería acabar formando parte de la industria de una forma u otra, por eso se matriculó en el Grado de Traducción e Interpretación en la Universitat Jaume I en 2012, donde se especializó en traducción audiovisual. Su camino desde la niñez hasta que finalmente consiguió su primer proyecto como traductor profesional fue duro, se vio obligado a emigrar dos veces, sufrió muchos periodos de pobreza e incluso mientras se sacaba la ESO ya tuvo que trabajar para ayudar a su familia. Durante su fase universitaria, hubo un momento en el que tuvo tres trabajos a media jornada a la vez, no fue fácil, pero sabía cuál era su objetivo y no se detuvo hasta que lo consiguió. Cuenta esta parte de su vida porque le marcó como profesional, ya que cogió todas las aptitudes y competencias que aprendió en todos sus trabajos pasados y las adaptó a lo que con mucho trabajo y sacrificio logró que sea su profesión. Hoy en día, se siente feliz de haber podido participar en una gran cantidad de proyectos y se emociona solo con pensar en que podrá seguir participando en más títulos que los jugadores hispanohablantes podrán disfrutar. Y pensar que sus padres decían que jugar a tantos juegos no le iba a servir para nada…
Su trabajo de traducción en Persona 5 Royal le valió resultar finalista en la categoría de Mejor traducción de videojuego para consola, PC, web o dispositivo móvil en los IX Premios ATRAE.