«Recibí este encargo con especial ilusión, porque estaba protagonizado por una de mis actrices fetiche, Jessica Chastain, y también porque me habían encargado el doblaje además de los subtítulos. Bueno, pues a los diez minutos de empezar a visionarla ya tenía el gesto torcido pensando en las dificultades que me esperaban: por un lado, la terminología específica del mundo de los lobbies y el sistema político estadounidense; por otro, el rápido ritmo de los diálogos, que además estaban plagados de información implícita, coloquialismos y comentarios mordaces. Sí, estaba ante uno de los guiones más difíciles a los que me había enfrentado, ¡y encima venía sin explicaciones! (que en Hollywood nos tienen muy mal acostumbrados). ¿Iba a empezar a cogerle manía a «mi» Jessica? No, intentaría salir de aquella con la mayor dignidad posible. De hecho, acabé admirando aún más a la locuaz pelirroja (aunque sí, hubo momentos en los que la odié un poquitín).

Por suerte, no todo fueron quebraderos de cabeza. Seguro que no soy el único que, para dar con la palabra adecuada, se encuentra de repente haciendo turismo sin salir de casa: la visita virtual de la página del Congreso de los Diputados, Washington e Indonesia en Google Maps… ¡Bendito internet!

Por último, diré que trabajar con un plazo amplio, como fue el caso, facilita mucho la tarea, porque el tiempo es fundamental para dar vueltas y vueltas hasta dar con la mejor forma de condensar la información o transmitir matices, ironías, etc. Además, el hecho de haber traducido primero la versión para doblaje te da más oportunidades para trabajar mejor los diálogos y te ayuda a adaptar los subtítulos. Es de agradecer que tanto en e-One como en Laserfilm entiendan lo importante que es esto para la calidad final, ¡así da gusto trabajar!»

Pablo Fernández Moriano

Finalista en la categoría Mejor subtitulación de película estrenada en cine

 

El caso Sloane

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